PINTURA
SERIE IV: DESDE EL OTRO LADO
EN UNA TELA DE GRANDES DIMENSIONES (2 x 18 m) se aplicaron productos utilizados en series anteriores que, por sus características visuales, táctiles, olfativas, “me son afines a mi forma de trabajo para conseguir determinados accidentes-mensajes en la obra”: aceite puro de oliva, aceite industrial de desecho, pintura blanca de carretera, tinta de “no secado”, grasa de engranaje y agua. Esta primera parte del proceso se realizó directamente en una zona olivos de la localidad de Torredonjimeno, Jaén (“un estudio sin límites” —pensaba el día cuando se inició el desarrollo: 9 de julio de 1993). Tras el vertido de los productos un vehículo arrastró la tela con la finalidad de obtener señales que fueran producto del azar.
Concluido el proceso la tela se cortó en fragmentos de 100 x 130 centímetros que fueron numerados para evidenciar la cara frontal y posterior de cada uno. Seguidamente, añadí imágenes dobles, especulares y simétricas, envueltas por un halo, con la intención de crear eslabones cuya suma determinaría una frase, una oración, aludiendo al ciclo de la vida. Todo ello se realizó en la parte posterior de cada tela. La razón fundamental fue: hacer hincapié en lo que hubiera traspasado, en lo no visible de forma directa. Ofreciendo un trabajo realizado en la parte de atrás del soporte se forzaba al espectador a “mirar” las cosas desde otro lado; se pretendía que cuestionara su habitual actitud de acercamiento a la obra contemporánea. Una actitud que de no ser readaptada a cada circunstancia —al modo de lenguaje en que se exprese un discurso artístico—, impide constantemente acceder al significado de lo nuevo, de lo que es diferente.