PINTURA
COMPLETANDO DIBUJO
El puro azar me interesaba como medio de ir en contra
de la realidad lógica; poner algo en un lienzo, en un trozo de papel,
asociar la idea de un hilo recto y horizontal de un metro de longitud
en un plano horizontal a la de su propia deformación, a su aire.
Me hizo gracia. Eso de que «me hiciera gracia» fue siempre
lo que me decidía a hacer las cosas, y a repetirlas tres veces…
Marcel Duchamp
En el arranque de la nueva serie no tuve un proyecto definido. Podría decir que trabajé a partir del “no proyecto”, incluso el “anti-proyecto”. En ese momento, primeros meses de 2016, comencé a pintar sobre telas iniciadas —aquellas inconclusas de la serie anterior. Realicé anotaciones en un cuaderno de trabajo sobre cómo abordar la pintura. Escribí los términos: DISPERSIÓN, HÚMEDO SIEMPRE y ¿GEOMETRÍA? A comienzos de 2017 fue cuando incluí, de manera decidida, formas geométricas en la superficie de la pintura. Antes no había explorado este territorio. Surgieron así relaciones de fondo-figura.
El tema es la pintura.
Cada pintura, de las primeras de esta serie, iba presentando una imagen diferenciada; esta característica hacía que se conformara a sí misma como un universo propio, si bien eran evidentes rasgos comunes de unas a otras. Introduzco el juego en el proceso, guiado por el “instinto + intuición”, cuando arrojo al lienzo, dispuesto en el suelo, formas rotas (trozos de plástico, de papel) con el fin de obtener soluciones de composición imprevisibles, no pensadas a priori.
En paralelo al desarrollo de las estas pinturas, que podrían ser consideradas un “micro proyecto” o un “proyecto específico”, surgen dos líneas de trabajo. Una, con el primer prototipo de pintura monocroma, cuando cubro una tela de pequeño formato con una gruesa capa de pintura, en verde cinabrio. El tema es la pincelada, la pintura en sí. De aquí, acontecen con el tiempo conjuntos de pinturas definidas por dípticos y trípticos, basados en juegos de color. En todos los casos, pinto el borde lateral de cada pieza para ensalzar su valor como objeto. Contemplar en toda su extensión estas pinturas supone “moverse” hacia sus laterales, para ampliar así el modo tradicional de observar una pintura: habitualmente desde una visión frontal única.
La otra línea nace con la irrupción de los blancos: tapo pinturas en proceso con capas de blanco sobre las que aplico una trama reticular dibujada con lápiz grafito y regla. La trama queda oculta parcialmente tras sucesivos arrastres de materia blanca. El trazado de la retícula elimina la perspectiva, y refuerza la planitud de la superficie pictórica. El espectador tiene ante sí planos paralelos al de la propia tela. Por un lado, el generado por el cruce de líneas y, por otro, el producido por la materia pictórica que se presenta a sí misma sin atisbo ilusionista. Hay mucho tiempo detenido entre los intersticios generados entre las distintas capas de pintura. Razón por la cual la pintura se constituye en “cápsula de tiempo”. La larga duración de la ejecución, en la mayoría de los casos años, así lo atestigua.
En cualquiera de las tres vías de exploración dejo que el accidente intervenga durante el proceso. Lo azaroso tiene presencia real en la imagen pictórica conformada. Acompaño a la pintura en su proceso de realización. Es como si la pintura estuviera dirigiendo el avance del trabajo. Presto mucha atención al devenir del cuadro. Sitúo la pintura que realizo en una investigación que ahonda en las posibilidades de expresión de sus rasgos más propios: color y materia. Busco en la pintura que se presente a sí misma como objeto autónomo.
La influencia de Marcel Duchamp ha estado presente.
Mi fascinación por la figura de Marcel Duchamp es evidente. Durante el desarrollo de las pinturas que conforman la nueva serie, denominada Completando dibujo, he abordado proyectos específicos como homenaje a este artista visionario, pionero del pasado siglo XX. Su influencia en mi trabajo es capital, también en la pintura que realizo. El azar es determinante para el resultado final.
La instalación The Blind Man Searches [El hombre ciego busca] (marzo, 2017) (Figura 1) está basada en la controvertida obra de La Fuente (1917), y se compone de un espejo en forma de silueta que alude a esta obra, con la inscripción “R. Mutt 1917” en vinilo. Detrás del espejo se lee: THE BLIND MAN SEARCHES, y por encima del mismo:
Si el Sr. Mutt hizo o no la fuente con sus propias manos no tiene ninguna importancia. Él la ELIGIÓ. Tomó un artículo ordinario de la vida, lo colocó de modo que su significado útil desapareció bajo el nuevo título y punto de vista —creó un nuevo pensamiento para ese objeto.
“The Richard Mutte Case”, The Blind Man, n. 2, mayo, 1917.
La propuesta busca enfrentar al espectador, a través de su reflejo en el espejo, a cuestiones del tipo: ¿Cuál es el papel del objeto de arte? ¿Para qué sirve? Sugiere una revisión sobre las posibilidades actuales de comunicación que aún tiene el objeto encontrado, y pone en valor la conjunción de medios cuando los tradicionales por sí solos —pintura, escultura, dibujo, fotografía—, evidencian limitaciones a la hora de enunciar un contenido específico.
Objeto oculto (junio 2018) (Figura 2), inspirada en la pieza, With Hidden Noise (1916), cuyo sonido oculto constituye un misterio, se planteó para no ser vista. Se optó por ocultar en un embalaje el objeto —un maniquí—, que había de ser intervenido para su posterior exposición. Con esta decisión se rechaza la destreza manual o técnica y, al mismo tiempo, se incita al espectador a “mirar” de otro modo lo producido. Deberá ir más allá de lo visual en su papel de relacionarse con lo que está oculto. En la cara superior del embalaje se puede leer (grabado sobre una plancha de latón de 20,2 x 28,5 cm) información precisa referida al título, fecha de realización, materiales ocultos y dimensiones del embalaje.
Lo que ves es lo que ves.
La literalidad de los medios defendida por los minimalistas (Donald Judd, Dan Flavin), siempre ha sido un recurso por el que me he sentido muy atraído. Con lo mínimo se dice más. Por esta razón, siento atracción por la pintura que se sustenta en la literalidad de la pintura sola. La pintura es pintura, hace que pienses y sientas. Persiste la influencia de las pinturas de Mark Rothko, por su extraordinaria carga evocadora; las de Blinky Palermo han supuesto un reciente descubrimiento, la relación forma-color profundiza en el valor de la sencillez. Como los citados, con la pintura sola busco implicar al espectador en el hecho artístico. El papel del receptor es esencial, y su actividad frente a la pintura entendida como objeto autónomo ha de ampliar el significado de lo contemplado.
Figura 1. The Blind Man Searches (El hombre ciego busca), marzo, 2017.
Silueta de espejo de 81 x 80 cm con el texto “R. Mutt 1917” en pintura de esmalte negra, textos en vinilo sobre pared.
En: Nuevos Nómadas. Arte Contemporáneo, Sala del Apeadero, Real Alcázar, Sevilla, 7 abril-14 mayo, 2017
[Comisarios: Fernando Barrionuevo y Carmen Carmona].
Figura 2. Objeto oculto, junio, 2018.
Maniquí, barra de latón y pie circular que soporta el conjunto envueltos por separado en plástico y cartón. 93 x 38 x 31,5 cm (alto x ancho x fondo de la caja exterior).
En: Con mucho busto, Centro de Arte Harina de Otro Costal, 7 julio-4 agosto, Trigueros (Huelva).