PINTURA
SERIE I: SIN RAZONES APARENTES
EL ENCUENTRO FORTUITO de unas planchas de goma, a mediados de octubre de 1989 en la ciudad de Sevilla, provocó un giro radical en la forma de generar una obra. Con anterioridad, mis preocupaciones estéticas se habían centrado en estudios sobre el color y la textura aplicados en soporte bidimensional. Ahora, la prioridad radica en el empleo de materiales encontrados (sometidos a una manipulación mínima), y con ello desaparece, definitivamente, el «color añadido» para ser sustituido por los «colores propios» de los materiales utilizados. Ésta es una característica fundamental de la serie.
En la nueva situación, los protagonistas de estos trabajos son «los ciudadanos» a través de la pisada anónima, la huella y el rastro. Las siluetas —suelas de zapatos femeninos y masculinos— proporcionan proporcionan una idea despersonalizada de lo representado. No retratan a ninguna persona concreta y a la vez todos los individuos de una colectividad pueden estar representados por el anonimato que proporciona el binomio silueta-suela.