INSTALACIÓN
Naturaleza desprotegida, marzo-noviembre, 2015
Barro cocido
25 x 400 x 2,7 cm (alto x largo x ancho)
Instalación permanente en Valdelarte, Centro de Arte
Contemporáneo Medioambiental, Valdelarco (Huelva)
Directora: Verónica Álvarez
Proceso. Colaboradores en la construcción: Manuel Siloniz y Tomás Tocornal
NATURALEZA DESPROTEGIDA
LA INSTALACIÓN Naturaleza desprotegida (marzo-noviembre, 2015), ha sido ideada para el Proyecto Artierra “Intervenciones en la naturaleza” (2013-2016), comisariado por Verónica Álvarez, y plantea una reflexión en torno a cómo es tratado el medio ambiente por la acción humana. La incidencia de la pieza en el paisaje, por sus dimensiones, es mínima. Se lleva a cabo mediante la construcción de una muralla “en miniatura” realizada en barro refractario, cuya gama cromática se integra, igualmente, con el ambiente natural, logrando así un impacto mínimo sobre el entorno.
Toda muralla cumple una doble función: protección y defensa. La pieza constituida para generar una muralla, muestra una gran paradoja: su escala “en miniatura” (25 cm de altura) y su disposición lineal (4 m de longitud), que no cierra ningún territorio, no logran alcanzar aquello para lo que inicialmente ha sido planificada: preservar un entorno medioambiental específico de agresiones externas que pudieran acaecer con el tiempo, tanto naturales como humanas. Al ser enclavada en la falda de un majestuoso alcornoque, esa función primigenia queda anulada cuando observamos que se trata de una “muralla de juguete” tras constatar que ciertamente no cierra ni salvaguarda territorio alguno, sólo simula pretender hacerlo.
En esta instalación se presenta al árbol como una metáfora de la naturaleza. El árbol es naturaleza. Dada su localización en un terreno escarpado, previsiblemente, el árbol será presa de la erosión natural que produce el mismo enclave donde un día comenzó a desarrollarse. Esta “desprotección” —originada por la naturaleza de la topografía— se verá incrementada cuando el árbol y su entorno queden expuestos a las acciones humanas, particularmente frente a las que están motivadas por fines truculentos y mercantiles, y quedan inmunes ante las políticas administrativas que han sido trazadas de un modo inapropiado e insostenible. En suma, la intervención pretende evidenciar precisamente este hecho. ¿Qué hacemos para detener los intereses humanos que atentan contra los entornos naturales?